SANTO DOMINGO, R.D.- El talentoso diseñador de modas Sócrates Cabral, acaba de dar un importante paso en su dilatada carrera artística, con su participación como diseñador de vestuarios en la obra “El último personaje de Cecilia B”, autoría del reconocido dramaturgo Giovanny Cruz y que se acaba de presentar, a casa llena, en la sala La Dramática, del Palacio de Bellas Artes.
“Aunque el diseño para teatro es algo nuevo para mí, entiendo que pude fluir de una manera apropiada en “Cecilia B”, porque crear es mi pasión y cuando algo, realmente, te apasiona, te puedes desenvolver en cualquier área que te soliciten”, afirmó el artista.
Según la crítica especializada, los diseños de Cabral aportaron, significativamente, a lograr la atmósfera adecuada en “Cecilia B”, obra que contó con la dirección del reconocido actor y director teatral Fausto Rojas, de la Compañía Nacional de Teatro.
“Diseñar el vestuario para “Cecilia B”, resultó una experiencia única y retadora, porque la construcción de un personaje se realiza desde dos puntos de vista: a nivel psicológico y a nivel físico. En el nivel físico podemos encontrar como punto inicial y más importante, el cuerpo del actor o la actriz, pero unido a éste, van indiscutiblemente el maquillaje y vestuario”, explicó el artista.
En ese mismo tenor el reconocido diseñador explicó que trabajar épocas, como en el caso de “Cecilia B”, implicó un trabajo mucho más delicado, porque el vestuario debió adecuarse “a la época histórica en la que se está desarrollando la acción, y por supuesto a la edad, clase social, o características psicológicas de nuestro personaje”, detalló.
Asimismo, Cabral, quien también contó con la colaboración del diseñador Bautista Sierra, externó que trabajar con una actriz como Nileny Dippton, quien tuvo como compañero de escena al destacado actor Wilson Ureña, resultó de “un crecimiento constante y también una total delicia, debido a que además de ser toda una diva, es tan hermosa y talentosa que te inspira a apostar siempre a la excelencia”.
De igual manera, el ganador, tres veces, de un premio tan importantes como La Aguja y el Dedal de Oro, confesó su gran satisfacción al haber formado parte de un equipo “tan profesional, que tuvo como resultado una de las obras más impactantes de los últimos años, en el teatro dominicano”.