Por René Rojas
Coordinador de comunicación de la empresa GTI
Factura Dominicana GTI llevó a cabo un análisis de mayo a setiembre el presente año con los contribuyentes que están obligados a la facturación electrónica, cuyos resultados señalaron que el nivel de incumplimiento no se debe únicamente a la negligencia o falta de voluntad, sino a una serie de factores estructurales, técnicos y psicológicos que están afectando el proceso de transformación digital tributaria en el país.
El estudio demostró que el 76% de los contribuyentes cumplieron con el cronograma de adopción de factura electrónica, mientras un total de 2,680, correspondiente al 24%, incumplieron con la fecha límite establecida por la Dirección General de Impuestos Internos (DGII).
Dentro de los principales hallazgos se destacan:
- Confusión entre lo digital y lo electrónico:
Muchas empresas creen que enviar una factura por correo electrónico o generar un archivo en PDF es equivalente a emitir una factura electrónica.
Este error de interpretación ignora que el modelo de la DGII exige un archivo XML validado y el uso obligatorio de un certificado digital, componentes esenciales del e-CF (comprobante fiscal electrónico).
- Miedo a la complejidad tecnológica:
Integrar el sistema de facturación con un ERP o software contable sigue siendo una fuente de ansiedad para muchas organizaciones, especialmente las PYMES, lo que provoca aplazamientos que podrían dar como resultado sanciones futuras.
- Percepción errónea del comprobante electrónico como castigo:
La narrativa predominante sobre la obligatoriedad se ha enfocado en el cumplimiento bajo presión, cuando en realidad el comprobante electrónico debe entenderse como una herramienta clave para la eficiencia operativa, el control fiscal y la trazabilidad de sus procesos comerciales.
- Visión de gasto vs inversión:
Se sigue percibiendo el cumplimiento como un gasto regulatorio, sin considerar los beneficios operativos como la reducción de costos en impresión, archivo físico y tiempo
administrativo mediante la automatización de reportes, además de obtener beneficios por acogerse de manera voluntaria tales como créditos fiscales.
- Complejidad técnica para PYMES:
La necesidad de adaptar o integrar sistemas en una Pyme es un mito, en la actualidad se puede facturar electrónicamente por medio de diversos dispositivos como accesos a páginas web y aplicaciones móviles.
De acuerdo con Elvis González, gerente comercial de Factura Dominicana GTI, la República Dominicana atraviesa un momento clave en su transformación fiscal.
“Nuestro análisis muestra que el incumplimiento no está basado únicamente en resistencia, sino en una falta de comprensión clara sobre los beneficios del proceso, por
lo cual es crucial cambiar la narrativa para que los empresarios vean una oportunidad en este proceso de transformación”. Mencionó González.
La DGII extendió el plazo de obligatoriedad hasta el 15 de noviembre de 2025 para el resto de los contribuyentes clasificados como grandes y medianos locales, que necesitaron de la prórroga. Lo que significa que tienen menos de un mes para integrar
sus sistemas o buscar un proveedor de facturación electrónica autorizado antes que se
venza el plazo.
“Esta prórroga no debe verse como una excusa para seguir postergando decisiones. Es
el momento ideal para alinear sus obligaciones fiscales y validar si se está cumpliendo correctamente”, subrayó González.
Como parte de las medidas para fomentar la adopción, la DGII ofrece incentivos fiscales a los contribuyentes que se conviertan en emisores electrónicos durante el periodo de
voluntariedad o cumplan con el cronograma oficial.
Factura Dominicana GTI insta a las empresas a ver la factura electrónica como una inversión en eficiencia operativa y cumplimiento fiscal, no solo como una obligación legal, y pone a disposición toda su experiencia a nivel internacional para acompañar a los contribuyentes en una implementación técnica y legalmente correcta.












