El Partido de la Liberación Dominicana se encuentra en una de sus peores crisis de toda su historia, donde dos grupos se diputan la candidatura presidencial de cara a las elecciones del 2020.
Por un lado el expresidente Leonel Fernández, quien también preside el PLD encabeza un buena parte de la estructura de la organización política fundada por el profesor Juan Bosch en el año 1973.
Mientras que por el otro lado el presidente Danilo Medina controla una buena parte de la estructura partidaria, aparte de controlar el gobierno central.
Por esa situación, la crisis de la crisis se agudiza más, debido a que en los actuales momentos el que no está de una lado está del otro y no ha salido nadie en ese partido que pueda hacer el papel de mediador entre Leonel y Danilo.
Nunca como ahora las fuerzas del partido morado se habían visto polarizada entre las dos personas de mayor importancia en los actuales momentos, como son Leonel Fernández, que fue presidente por tres periodos y un Danilo Medina, que aún no descarta ir en busca de su tercer periodo presidencial.
Consideramos prudente que algún alto dirigente de importancia y con credibilidad de un paso al frente para servir de árbitro en el actual proceso interno que vive esa organización política.
El sistema político dominicano que se sustentaba en tres partidos políticos y que se ha reducido a un PLD sumergido en una de sus peores crisis interna, un PRM luchando por encabezar la oposición, un PRSC cada vez más debilitado y un PRD recostado del Gobierno.
Por lo tanto sería interesante para la democracia dominicana, que los partidos políticos saliera fortalecidos de las elecciones que se celebrarán en el 2020.