SANTO DOMINGO:- Una madre mostró su desesperación y clamó porque las autoridades las ayuden a saber el paradero de un hijo que lleva cuatro meses sin saber nada de él.
Se trata de Yessenia Mendoza, quien se encuentra desesperada porque su hijo Luis Morris Mendoza, desaparecido desde 12 de Octubre y no se sabe de su paradero.
Por lo tanto pidió este lunes a las autoridades una respuesta a esa desaparición de la que dijo tiene varios sospechosos, pero la policía ha ignorado esa información.
Dijo que regresó desde España donde vive por varios años, al tiempo de contar que su hijo salió desde Haina hacia Villa Duarte a buscar un dinero que le había mandado a casa de su abuelo materno pero el joven de 27 años, nunca llego a retirarlo.
Esta mañana en rueda de prensa en el CDP, dijo que la familia lleva cuatro meses de angustia donde nadie duerme, han visitado hospitales, destacamentos han dado parte al sistema judicial del país, pero todos esos esfuerzos han sido en vano.
Narró que su hijo Luis Morris Mendoza, antes de acontecer la desaparición comentó a su progenitora que si algo le llegaría a suceder responsabilizaba a unos jóvenes de la zona de Villa Duarte, apodado «Homero y Hugo» ya que según dijo, habían tenido problemas supuestamente con Homero sobre las negociaciones de un Motors y Hugo empleado de Homero le habría dicho que ese inconvenientes lo resolvería él.
Reveló que según versiones en la zona el día doce de octubre se le vio por último vez con ellos, que lo introdujeron a la fuerzas a una yipeta del señor Hugo, versión que han negado los sospechosos.
Yessenia Mendoza, se quejó que hace dos meses que vino de España y hasta la fecha no ha recibido respuesta alguna , solo vueltas y vueltas sin que hayan detenidos por el caso a pesar de citar sospechosos.
La dama hace un llamado al Procurador General de la República, Jean Alain Rodríguez, a que la reciba, ya que la desesperación e impotencia que siente en la fiscalía de Santo Domingo Este.
Luis Morris Mendoza, tiene dos hijos de 8 y 3 años de edad respectivamente, por lo que día y noche preguntan por su padre, que ¡cuándo llegará!, lo que se transforma en un fuerte dolor familiar.