SANTO DOMINGO, RD. – Más de 100 pastores organizados en la Comunidad Apostólica Internacional (COAPIN) y en el Concilio de Iglesias Pentecostales de Jesucristo (IPJ) hicieron un llamado a la ciudadanía dominicana a no dejar morir la esperanza y aprovechar el nuevo año como una oportunidad para cambiar el rumbo e incluir a Dios en sus proyectos de vida, con apertura de nuevas oportunidades, conquistas y bendiciones.
Les recordaron a los administradores de la gestión pública que aún tienen deudas sociales que atender de cara al próximo año 2022 y que entre los principales desafíos pendientes figuran bajar los altos precios de varios productos de la canasta básica familiar nacional, el costo de los combustibles (producto de la inflación), así como mantener la estabilidad económica y diligenciar más espacios para empleos.
El Rev. Reynaldo Franco Aquino, presidente de ambas entidades, hablando en nombre de los pastores, manifestó, además, que los retos nacionales presentes y futuros son trascendentales, por lo que el gobierno necesita ejecutar planes estratégicos eficientes.
“Creemos que los principales desafíos que tiene el gobierno que encabeza el presidente Luis Abinader son: lograr la reactivación total de la economía, controlar los efectos de la inflación, crear nuevos empleos, aprobar un nuevo Código Penal que mantenga los valores fundamentales de la sociedad dominicana, reformar los organismos castrenses, en especial la Policía Nacional, establecer un sistema de control migratorio eficiente, promover que el combate a la corrupción no sea selectivo, reducir la deuda pública, reforzar los programas sociales a favor de los sectores en condición de vulnerabilidad y continuar trabajando en pro a la erradicación del covid-19 y sus variantes”, aseguró el Reverendo.
Indicaron que la inversión de valores, el aumento del índice de vulnerabilidad, la congestión en los servicios públicos de salud, los embarazos en las adolescentes, la falta de implementación de un Sistema Nacional de Desarrollo Integral para la Persona Adulta Mayor, la falta de una reforma a la Seguridad Social en general para una mejor y más amplia cobertura en la atención a las personas con discapacidad y en estado de dependencia, la delincuencia, la inseguridad ciudadana, y el desarrollo de una reforma educativa eficiente que incluya dentro del currículo escolar los valores cristianos, morales y sobre todo la enseñanza de la Constitución de la República, siguen siendo amenazas para bienestar de la familia dominicana.
Llamaron a la comunidad de fe a orar por los gobernantes y unirlos en un solo corazón. Dijo que la Iglesia tiene una tarea ardua y difícil, que no puede bajar la bandera ante las propuestas facilistas, relativistas, materialistas, y hedonistas, que debe predicar el mensaje que da verdadera liberación interior, porque el fin de la iglesia no es maquillar la verdad para ganar adeptos, sino proclamar el mensaje de Cristo con humildad y sencillez, pero con la convicción y pasión de la verdad.
Afirmaron que la Iglesia debe ser un recinto de paz, cariño, acogida fraternal, pero también de trabajo serio, organizado y eficaz.
“Nuestras Iglesias deben ofrecer todo este clima de respeto y optimismo, enfatizar los fundamentos a través de un evangelismo intencional y Discipulado Relacional”, concluyó el Reverendo Apostólico.