La llegada de la tormenta tropical Franklin diezmó el impacto noticioso de la tan cacareada alianza entre el PLD y la FuPu (quiten al PRD porque sólo marca un 1% en las encuestas creíbles).
¿Pero, cual alianza?, pactar 4 provincias de 32 en el nivel congresual es una alianza?, pactar 86 municipios de 158 es una alianza?, pactar un apoyo de la tercera fuera a la segunda en una virtual segunda vuelta electoral es una alianza?, cuando fue la última vez que en República Dominicana hubo segunda vuelta?.
Y quien garantiza que las provincias y los municipios pactados sea ganables?
Para los que como yo, recuerdan la alianza rosada entre perredeistas y reformistas en las elecciones municipales y congresuales del 2006, esta «alianza» tendrá los mismo resultados.
Al igual que la FuPu en las pasadas elecciones, el PRSC obtuvo un 8% en el 2004, y parecido al PLD en el 2020, (37%), el PRD obtuvo un 35% en el 2004, el PLD se fortaleció en el ejercicio del poder barrió la alianza rosada en el 2006. Es el mismo escenario actual.
Pero, imaginemos que sí, que logren compactar un gran acuerdo electoral, será entonces un enfrentamiento entre dos polos, en donde uno busca el poder para usarlo, (como siempre lo han hecho), como un botín para llenar sus cuentas bancarias y vivir como príncipes a costa del Estado.
El otro polo, representado por el presidente Abinader y el PRM trabajando en las grandes transformaciones que demanda el país para rescatarlo del oprobio a que fue sometido durante 16 años de gobiernos morados.
En este polo se promocionará la transparencia en el manejo de los fondos públicos, el rescate de las instituciones y el respeto entre los poderes, prácticas borradas miserablemente por Leonel Fernández y Danilo Medina y sus secuaces en el manejo del Estado.
Me identifico plenamente con la reacción del ingeniero Ramón Albuquerque sobre la «alianza», cuando expresó en su cuenta de X (Twitter) !Un muerto político anunciando un entierro colectivo!