Con el anuncio de declaración de utilidad pública de los terrenos para la construcción de la segunda línea del teleférico de Santo Domingo, el Presidente Danilo Medina demuestra su decisión de promover la solución de uno de los temas más urgentes que tiene la ciudad de Santo Domingo, y es la organización de todo un sistema de transporte que integre la ciudad a los seres humanos que la habitan.
Agreguemos a esto el reclamo que hizo Danilo a los constructores de la presa de Monte Grande, que es apodada como ¨metro del sur¨ por el impacto que tendrá sobre una amplia zona agrícola en la región más pobre del país, cuando al visitar el lugar donde se están realizando los trabajos pidió en forma vehemente que se cumplieran con los plazos a que se comprometieron.
Y además también deberíamos tomar en cuenta las palabras improvisadas que tuvo a bien emitir nuestro presidente en un acto del programa República Digital, donde se pusieron a disposición de la ciudadanía 80 nuevos servicios públicos en línea, ya son más de 300 los disponibles para que los ciudadanos puedan realizar sus trámites por vía electrónica.
En ese discurso, el Presidente Medina reflexionaba en voz alta sobre los retos que se le presentaran a las nuevas generaciones, en un mundo donde la mano de obra será sustituida por los robots, gran parte de las profesiones y oficios que conocemos desaparecerán y Serna sustituidos por otros que ni siquiera existen en este momento, es decir, demostró una preocupación que va mucho más allá un simple periodo de gobierno.
Solo tres ejemplos en un lapso de solo 5 días, que no incluyen la entrega de nuevos planteles escolares, dos proyectos de viviendas, reuniones de seguimiento de gran parte de los proyectos que ejecuta el gobierno con funcionarios de diversas áreas, para demostrar que este Presidente de la República tiene más que razón cuando reclama que lo único que quiere en este momento es que lo dejen trabajar.
Y da vergüenza que este reclamo, aunque no lo dijo el Presidente Medina, vaya dirigido a miembros y dirigentes de su propio partido, porque es un grupo de desesperados del Partido de la Liberación Dominicana, los que se han dedicado a comportarse como imberbes políticos lanzándose a una campaña electoral prematura, extemporánea y permanente, donde su blanco favorito es el primer mandatario de la Nación.
Danilo en este periodo de de gobierno ha tenido que soportar todas las necedades que se le han ocurrido a algunos que pareciera los mata la ansiedad por volver al poder, suponemos que los números que manejan les dan y les sobran para ganar las elecciones sin soportarse en las ejecutorias del actual gobierno y en el liderazgo del actual presidente sobre una franja mayoritaria de los ciudadanos dominicanos.
Todo tipo de fabulaciones, mentiras, inventos y una ambición desmedida, es lo que ha impedido un acuerdo dentro del PLD, que debería comenzar por dar la oportunidad al Presidente de la República a que siga trabajando en todos sus proyectos en beneficio de la población, que a fin de cuentas se supone es lo que debe hacer un gobierno, y dejar las decisiones políticas a reuniones de partido.
Pero no, se ha preferido crear grupos internos radicales que desafían de forma irracional al gobierno de su propio partido, se escogió el camino de la oposición desde adentro acompañados de un grupito de guerrilleros que no han dejado en paz al actual presidente durante más de la mitad del actual periodo de gobierno, sin pensar que cada acción trae consigo una reacción.
Hasta se inventaron una supuesta campaña sucia que solo es fruto de la imaginación de un grupito de abanderados de la fábula tuitera que ha invadido el discurso político en la República Dominicana, acción que quedará en el anecdotario de la política dominicana como uno más de los muchos errores que han cometido figuras a quienes le suponíamos mayor sapiencia política.
Todo esto ha tenido como objetivo el no querer dejar trabajar a Danilo, una mezquindad inadmisible en personas que deberían entender que nada es más peligroso que un proyecto político que se pretende implementar usando un fórceps en un momento en que la simpatía del partido oficial es directamente proporcional a la popularidad del actual presidente de la República.
Es una verdad que se puede derivar de los números contradictorios que han arrojado las encuestas conocidas en los últimos meses, que el potencial electoral del PLD tiene una relación de dependencia con la actuación del actual gobierno, y que el resultado electoral del 2020 dependerá de la decisión que tomará en los próximos meses el Presidente Danilo Medina.
Solo que se han afanado en no dejar en paz a Danilo, todas las semanas surge desde dentro del PLD un nuevo desafío, otra voz estridente, una acusación mendaz, alguna amenaza velada, de parte del grupito de desesperados que ansía volver a ocupar los cargos que tenían en el gobierno que terminó en el 2012 como si el tiempo pudiera volver atrás.
Esperemos tranquilamente cual será la decisión del Presidente Danilo Medina sobre el clamor popular para que se presente nueva vez como candidato en las elecciones del año 2020, después de todo es una decisión absolutamente personal que nadie puede tomar por él y el tiempo es inexorable, llegará en momento en que el PLD convoque a sus organismos y entre todos tomarán la decisión que más acomode a la mayoría.