Jesús Antonio Fernández Olmedo
Estamos si, en el Ecuador, es decir en medio, de un hervidero mundial que no parece frenarse sino que tenderá a incrementarse.
Todos somos corresponsables en esta situación a la que se ha llegado por la desidia e in activismo de muchos lo que después da el paso para que unos pocos se aprovechen de la pasividad de las mayorías.
La codicia de unos y el no querer hacer nada por cambiar o mejorar las cosas dan como resultado diferentes situaciones de asfixia en nuestro planeta, que también se asfixia entre fuegos y en el caso del país llamado Ecuador también.
El no querer comprometerse con el otro da una serie de situaciones de verdadero caos mundial, con diferentes manifestaciones.
El progresivo desmantelamiento de los estados nacionales hoy es un hecho y la consecuente instalación en ellos de las mafias llámese de las drogas o bien de otros tipos.
Se va llegando a situaciones de crisis consecutivas y las mayorías en lugar de posicionarse ante la cantidad de injusticias se evaden de sus responsabilidades sociales e incluso en algunos casos más graves de las personales.
Asistimos a un momento de descomposición social y dentro de toda esta vorágine tipo «El Arca de Noe» veremos como acaba la película de este tipo de humanidad.
Claro que hay otras formas de humanidad y las ha habido , donde unos tenían conciencia de cuidar a los otros, muy diferente de la mini cultura materialista actual que solo lleva al precipicio, pero tenemos que crearla.