El próximo 16 de agosto es una fecha que muchos dominicanos no quisieran que llegara, mientras otros quisieran hacer lo imposible para adelantarla.
Como es lógico pensar, mientras unos se están frotando las manos de alegría son muchos lo que están pensando que va a ser de su vida a partir del 16 de agosto a las 10 de la mañana, cuando tome juramento el próximo inquilino del Palacio Nacional, Luís Abinader.
Hay funcionarios del todavía gobernante partido de la Liberación Dominicana que llevan corrido en la nómina pública los últimos 16 años de la gestión peledeísta, sin tomar vacaciones ni por una semana.
A estos funcionarios se le hará muy difícil por lo menos los primeros meses de estar fuera del poder, andar sin el aparataje de los guardias y policía que le franque4aban el transito y le llevan los hijos al colegio.
Pero como dice un adagio popular, “todo lo que sube baja” algo que se les olvida a nuestros políticos inmediatamente lo ponen en una función pública.
Pero eso no es lo más importante, sino que, muchos tendrán que soportar en los lugares públicos a los que asistan, que personas del pueblo es el cuestionamiento de la fortuna que lograron adquirir durante estuvieron en el Gobierno.
De hecho, ya algunos funcionarios han sido víctima de esta conducta de una buena parte de la población que quiere no haya impunidad con los actos de corrupción.