Internet se ha convertido en una pieza clave para el buen funcionamiento de las empresas y negocios. La actividad de todas ellas, tanto grandes como pequeñas y medianas, gira en torno a Internet.
Por eso, cualquier contratiempo en la conexión que no se supere con la rapidez necesaria, puede traer graves consecuencias, como la pérdida de reputación o de clientes. TP-Link presenta los 5 problemas de conectividad más comunes en empresas y cómo solucionarlos.
Red lenta
Uno de los problemas de los que más trabajadores y empresarios se quejan con frecuencia es la velocidad a la que pueden conectarse. Las redes empresariales tienen que soportar y dar servicio a multitud de equipos conectados simultáneamente. Este consumo de ancho de banda causa latencias e interrupciones, que afectan al rendimiento óptimo de la red y desespera tanto a trabajadores como al conjunto de la empresa.
La velocidad de la red puede verse mermada por muchos motivos. Uno de ellos, lo sufrimos con más frecuencia a raíz de la pandemia: las videollamadas. En concreto, los videos consumen y sobrecargan mucha capacidad de la red empresarial. Otro de los motivos reside en que aquellas redes que forman parte de una red organizativa mayor, provocan más tráfico a través del punto de conexión a Internet, lo que ralentiza las respuestas a las aplicaciones residentes en la nube. Por último, la velocidad de la red puede verse afectada si la plantilla emplea la red empresarial en lugar de la red doméstica para la descarga de vídeos y otros archivos pesados. La plataforma Omada SDN es una solución ideal para entornos empresariales que requieren de una red rápida, pues proporciona conexiones inalámbricas con Wi-Fi 5 y Wi-Fi 6, así como conexiones cableadas 1 GE, 2.5 GE y 10 GE que se adaptan a diversos escenarios y garantizan las velocidades de red rápidas y fluidas evitando los típicos cuellos de botella.
Señal de Wi-Fi débil
La transmisión inalámbrica no es siempre constante. La intensidad a la que viajan los datos puede ser adecuada en unas partes de la oficina, pero débil o inexistente en otras, especialmente si hay de por medio obstáculos e interferencias.
La ubicación del router es vital para mantener el buen funcionamiento de la red. Objetos tan cotidianos como archivadores; la propia infraestructura de la oficina; u otros dispositivos como hornos de microondas, teléfonos móviles o el Bluetooth, pueden interferir con las señales del Wi-Fi y provocar cortes en la conexión. Así que habrá que procurar instalarlo en un lugar despejado y centralizado, además de emplear amplificadores de señal.
Omada es todo un ecosistema que garantiza a entornos con alta densidad de red una cobertura Wi-Fi completa, de esquina a esquina, con señales fuertes, rápidas y estables. Integra múltiples dispositivos de red, como puntos de acceso Wi-Fi 6 de doble y triple banda que dotan de la máxima cobertura y velocidad de conexión a cualquier entorno. Entre las muchas funciones de estos dispositivos destaca la itinerancia sin interrupciones, por la que los usuarios podrán conectarse a los puntos de acceso con la mejor señal mientras se mueven por la oficina sin perder nunca la conexión.
Seguridad limitada
Uno de los principales retos de conectividad que las empresas tienen que afrontar es encontrar el punto de equilibrio entre la flexibilidad y la seguridad. Cuanta mayor flexibilidad en la red, más complicado será garantizar la seguridad de esta.
Las redes empresariales cada vez son más complejas, pues ya no solo se cuenta con un servidor que provee de conectividad a los equipos, sino que ahora éstas integran servidores virtuales, nuevos dispositivos de almacenaje, copias de seguridad avanzadas, etc. Todo ello obliga a desarrollar e implementar funciones de seguridad extremas, sin perder la capacidad de actuación.
La tecnología avanza a pasos agigantados y cada vez se desarrollan métodos de conectividad y tráfico de datos más avanzados que permiten una mayor flexibilidad de conexión sin perder la protección y la autenticación necesaria en los entornos empresariales, donde se maneja a diario mucha información sensible. Firewall interno, credenciales de acceso a la red local para visitantes, tecnología WPA3 o contraseñas WEP seguras, son vitales para minimizar cualquier tipo de riesgo que pueda poner en peligro la información crítica de la empresa.
Mala gestión y mantenimiento del Wi-Fi
La falta de conocimiento sobre el funcionamiento y la configuración de la red deriva en un uso ineficaz de la misma. Además, se tiende a recurrir a técnicos IT, lo que no hace sino incrementar el coste por la implementación y el mantenimiento de la red, algo que puede ser un quebradero de cabeza para, sobre todo, los pequeños negocios.
Usuarios que no saben dónde está el problema
Ligado al anterior problema, en numerosas ocasiones la red experimenta fallos a los que no sabemos darle una causa o razón. Así, tendemos a contactar con proveedores de servicios de internet para que resuelvan a la mayor brevedad posible cualquier incidencia, lo que incurre en demoras que absorben tiempo y dinero, factores esenciales para los negocios.
Omada, por medio de la Inteligencia Artificial, analiza problemas potenciales de la red, localiza fallos, facilita ver el estado de su red en tiempo real y comprobar el uso de la red. Si encuentra un problema, notifica a los usuarios de cualquier incidencia, les envía sugerencias de optimización para una mayor eficiencia de la red y genera soluciones destinadas a reducir el riesgo de la red.