SANTIAGO .- Con el sentir de que es “más bienaventurado dar que recibir”, los ejecutivos de la empresa Mejía Arcalá, sus invitados, recibidos junto a la señora Olga Noboa de Arocha, Directora de la Red de Misericordia, tuvieron el privilegio de disfrutar con niños y jóvenes de todas las edades hasta los 17 años, un almuerzo y una tarde recreativa en la sede de la institución en la ciudad de Santiago.
La institución se ha mantenido creciendo con un trabajo sostenido por colaboradores, que con el apoyo de diversas entidades privadas y públicas han transformado la vida de cientos de niños en situaciones vulnerables, víctimas de abuso o abandono y que son acogidos desde su nacimiento hasta su inserción laboral en la mayoría de edad.
Con una cosmovisión que influencia más allá de su ubicación, de tal manera que en el futuro puedan servir en diferentes lugares del país, dando de su tiempo, talentos y recursos.
Con esta hermosa realidad se persigue manifestar la luz de del amor de Dios por los hombres a través de buenas obras, buscando honrar a Dios y amar al prójimo, manteniendo como objetivo servir a la niñez desfavorecida brindando un entorno centrado en Cristo, que proporciona un ambiente amoroso y seguro cubriendo sus necesidades físicas, emocional, de educación y formación profesional de forma integral en el desarrollo social y espiritual, a través de las buenas obras que Dios ha preparado que hiciéramos desde antes de la fundación del mundo para la alabanza de Su nombre.
Raúl Rizik Yeb, presidente ejecutivo del Grupo Mejía Arcalá, afirmó que “en lugares como este somos bendecidos de una manera especial, recordando que fruto de familias necesitadas de Dios, estos niños han llegado allí, sin embargo nos da el privilegio de compartir y recibir a la vez tantas sonrisas de gozo”
En ese mismo orden, Alexandra Mejía de Rizik y Jacqueline Mejía Arcalá, vicepresidentas de la empresa, destacaron que “Fundación Red de Misericordia es un proyecto que empezó como un sueño, y ahora verlo materializado de tantas formas hermosas y funcionando de manera efectiva, hace que lo llevemos en el corazón y queramos seguir influenciando a otros para contribuir, ya que las necesidades son continuas”.