Las personas reaccionan al estrés de manera diferente y la manera en que reaccionamos puede repercutir en la posibilidad de desarrollar problemas de salud graves, incluidas enfermedades cardíacas afirma la Dra. Lisa Hardesty.
La reacción del cuerpo al estrés puede incluir dolores musculares y dolores de cabeza, distensión en la espalda, dolores de estómago y otros síntomas físicos. El estrés también puede hacer que se sienta cansado, alterar los patrones de sueño normales, y volverlo irritable, olvidadizo y fuera de control. Cuando el estrés es constante, su cuerpo funciona a toda velocidad durante días o semanas, lo que puede derivar en problemas médicos más importantes.
Los períodos de estrés excesivo y generalizado pueden tener efectos directos en la salud, como presión arterial alta y niveles más altos de colesterol. Las repercusiones indirectas, como el aumento de comportamientos y hábitos que empeoran la salud y el funcionamiento físicos, incluyen fumar, comer en exceso o realizar menos actividad física.
Siempre es una buena idea controlar sus niveles de estrés para mejorar su salud general. Se están realizando estudios en los que se analiza con más detalle la manera en que controlar el estrés reduce el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca debido a los efectos directos del estrés en la salud. Los pacientes que han sufrido un ataque cardíaco o accidente cerebrovascular y se sienten deprimidos, ansiosos o abrumados por el estrés deben comunicarse con su equipo de atención médica para obtener ayuda adicional.
Se puede reducir el estrés de diferentes formas. Comprender qué desencadena el estrés e identificar sus síntomas puede ser el inicio del proceso de manejo del estrés. De esa manera, podrá reconocer y modificar los desencadenantes de los niveles elevados de estrés. El primer paso para modificar su respuesta al estrés es identificar los factores estresantes y preguntarse: «¿Qué puedo dejar de hacer y qué puedo dejar ir?».
Después de haber eliminado o modificado los factores estresantes externos, es momento de desarrollar habilidades y técnicas de manejo del estrés específicas. Se pueden hacer muchas cosas para manejar el estrés y desarrollar recursos. Como psicóloga, normalmente le pido a las personas que adopten aspectos de cada una de estas categorías: física, emocional, mental y espiritual.
Entre algunas de las ideas que pueden adoptar se incluyen las siguientes:
Aproveche sus fortalezas.
Reflexione: «Me siento con más energía, realizado y lleno de vida cuando estoy…»
Participe en actividades sociales.
Hable con colegas o seres queridos, o póngase al día con un viejo amigo de manera virtual.
Colabore con los demás.
Intente ser voluntario o llevar a cabo un acto de bondad espontáneo.
Comience algo.
Sea creativo e inténtelo durante cinco minutos al principio.
Comience a escribir un diario.
Sea consciente de su vida diaria.
Hay varias cosas que puede hacer para aliviar el estrés en su vida, entre ellas:
Hacer ejercicio con regularidad: El ejercicio puede ayudar a contrarrestar los efectos dañinos del estrés crónico. Para la salud cardíaca, intenta realizar al menos 30 minutos de actividad física moderadamente intensa, como caminar enérgicamente, la mayoría de los días de la semana. Las personas que hacen ejercicio tienen una menor respuesta física al estrés: su presión arterial y su frecuencia cardíaca no aumenta tanto como en las personas bajo estrés que no hacen ejercicio.
Desafiar los pensamientos negativos y catastróficos: Busca tratamiento para la depresión y la ansiedad: la depresión y la ansiedad pueden aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca o el riesgo de muerte si ya la tienes. Pregúntale a tu médico sobre el tratamiento (y las técnicas de reducción del estrés), la terapia y los medicamentos que pueden ayudar
Evitar fumar y la cafeína: Algunas personas lidian con el estrés de las siguientes maneras: toman demasiada cafeína o alcohol, fuman, comen en exceso o consumen sustancias ilegales. Estos hábitos pueden dañar tu salud.
Comer alimentos con un alto valor nutritivo:Tener una alimentación saludable es una parte importante del cuidado personal. Ten como meta consumir una variedad de frutas, vegetales y cereales integrales.
Reír más: Un buen sentido del humor no puede curar todas las dolencias, pero puede ayudarte a sentirte mejor, incluso si tienes que forzar una risa a través de tu mal humor. Cuando te ríes, no solo aligeras tu carga mental, sino que también causas cambios físicos positivos en tu cuerpo.