La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina. La de esfuerzo se produce cuando algunas actividades de la vida cotidiana, como toser, reír, estornudar, correr o levantar objetos pesados, ejercen presión sobre la vejiga y se producen pérdidas de orina.
Cuando se sufre de incontinencia de esfuerzo se puede tener pérdidas de orina en las siguientes situaciones: al toser o estornudar, al reír, al inclinarse hacia delante, al levantar cosas pesadas, al hacer ejercicio y al tener relaciones sexuales.
Es posible que no se presenten las pérdidas cada vez que se realice alguna de estas actividades, pero cualquiera de ellas que ejerza presión en la vejiga puede hacer más probable que se tengan pérdidas de orina involuntarias, en especial si la vejiga está llena.
Una de las opciones de tratamiento más común para este tipo de incontinencia es la cirugía; sin embargo, el acceso a esta opción ha disminuido debido a la preocupación de algunos especialistas por los efectos secundarios. Es por esto que los investigadores de la Clínica Mayo Atta Behfar y Emanuel Trabuco trabajan en una nueva opción de tratamiento que permitiría por primera vez una regeneración celular del esfínter, problema que no solucionan los tratamientos actuales.
¿En qué consiste este avance ?
Por primera vez, tenemos un tratamiento que hace regeneración del esfínter, por primera vez podemos dirigir el tratamiento a lo que causa específicamente el problema y de esta manera ayudar a los pacientes que presentan una alteración en su calidad de vida importante por esta condición.
¿Mejorará el tiempo de incapacidad?
De acuerdo con nuestro estudio, vemos que será un procedimiento que podremos realizar en la clínica con anestesia local y la paciente se podrá ir el mismo día a su casa, a diferencia de la cirugía más común que realizamos, que requiere de sala de cirugía, incisión en el estómago y la vagina, con incapacidades de 4 a 6 semanas.
¿En qué etapa está la investigación?
Nos encontramos preparando el ensayo clínico en fase 1, esto quiere decir que tenemos que aplicar el tratamiento en un grupo reducido de pacientes voluntarios para comprobar la tolerancia y seguridad y luego pasar a la fase 2, que es demostrar que es una alternativa de tratamiento mejor que la cirugía.
Se debe tener en cuenta que algunos factores que aumentan el riesgo de tener incontinencia urinaria por esfuerzo son:
Edad. Los cambios físicos como el debilitamiento de los músculos pueden hacer que sea más probable desarrollar esta condición.
Peso corporal. Las personas con sobrepeso tienen un mayor riesgo de presentar incontinencia urinaria por esfuerzo.
Cirugía pélvica previa. La histerectomía en las mujeres y la cirugía para el cáncer de próstata en los hombres pueden debilitar los músculos que sostienen la vejiga y la uretra.