La Penitenciaría Nacional de La Victoria, una de las cárceles más emblemáticas y con mayor población penitenciaria del país, enfrenta una grave denuncia sobre la venta ilegal de bebidas alcohólicas, drogas y estimulantes sexuales dentro de sus instalaciones.
Según fuentes internas, estos productos ingresan al penal a través de redes de contrabando, donde se presumen posibles complicidades internas y externas. Los reclusos tienen acceso a diversas sustancias que no solo están prohibidas dentro de los centros de reclusión, sino que representan un riesgo para el orden y la convivencia dentro del recinto. Este mercado ilegal contribuye además a conflictos entre internos y pone en riesgo la integridad de quienes buscan rehabilitarse.
Ante las denuncias, la Dirección General de Prisiones ha iniciado una investigación para esclarecer cómo estos productos ingresan a La Victoria y tomar medidas drásticas contra aquellos involucrados en este negocio ilícito. Asimismo, se prevé un incremento en la vigilancia y control de acceso al penal, así como la implementación de programas de seguridad y rehabilitación con el fin de erradicar estas actividades ilegales dentro del recinto.