En China, el 90% de las personas son dueñas de la casa en que habitan. En el sector rural este porcentaje se acerca al 100%. Se trata de uno de los índices de propiedad habitacional más altos del mundo.
No solo eso, 80% de dichas casas son de propiedad absoluta de sus habitantes, es decir, sin hipotecas ni sistemas de embargo. ¿Cómo se logra esto? Principalmente por dos factores.
Por un lado, los chinos son una de las sociedades más ahorradoras del mundo. Con una tasa bruta de ahorro nacional cercana al 50% del PIB, China está tercera en el ranking mundial. La Tasa de Ahorro Neto de los hogares es del 36.1%, también entre las más altas del mundo. Los chinos suelen tener la costumbre de ahorrar cerca de un tercio de sus ingresos mensuales con el objetivo específico de comprar una casa. Hacerlo tiene cierto importante valor cultural, especialmente para los más jóvenes.
Un estudio de HSBC concluyó que el 70% de los llamados millenials, de entre 19 y 36 años, son dueños de sus casas en China, comparado con un 35% en EEUU y un 31% en Gran Bretaña.
El mismo estudio afirmó que entre los jóvenes que no son dueños de casas, un 91% de ellos pensaba comprar una en los próximos 5 años.
Por otro lado existe el Fondo de Previsión de Vivienda, el programa habitacional público más importante que ofrece el gobierno chino y que incluye, entre varias otras medidas, la reducción de tasas de interés, reducción del valor de las viviendas casi al coste de producción para familias pobres, y un sistema de ahorro para que los trabajadores de bajos y medianos ingresos puedan acceder una vivienda sin endeudarse con bancos privados como sucede en occidente, obligando a los empleadores a participar y colaborar en dicha tarea.
Este programa a lo largo de los años no solo ha permitido un acceso casi universal a la vivienda en el país más poblado del mundo, sino que también un aumento sostenido y sustancial en la cantidad de metros cuadrados por persona en cada vivienda, generando una mejora tanto en la cantidad, como en la calidad de la habitacionalidad.
El derecho a la vivienda en un derecho social garantizado -casi- plenamente por el Estado en la República Popular China.
Con sistemas de control de precios enfocado en los distintos segmentos de ingreso de la población, impuestos a la propiedad y otras contundentes medidas fiscales, el mercado habitacional en China está fuertemente controlado por el estado porque su motivo de existencia no puede ser el lucro, sino resolver primariamente una necesidad humana vital.
En el discurso del Congreso número 19 del Partido Comunista de China, Xi Jinping afirmó: «Las casas se construyen para ser habitadas, no para especular con ellas.»