El año nuevo será lo que el conjunto de la humanidad quiera que sea, ni políticos, ni dictaduras, ni grandes corporaciones financieras, ni Dios, ni nada. El 2022 será y se producirá lo que cada uno de nosotros que vivimos en este corto espacio de tiempo que queramos que se produzca.
Porque más allá de las resistencias, de las barreras y de un sin fin de impedimentos que podemos vivir en el día a día cuando tomáramos la decisión a nivel planetario para construir un mundo justo, sin hambrunas, sin hipocresía y donde seamos las personas las protagonistas de nuestra propia vida, es cierto que si tomáramos esa decisión ya nada nos detendría.
¿Qué ocurre? que mucha gente se pasa el año echando la culpa de sus desgracias personales a los políticos, medios y otros poderes que hemos nombrado. Se pasa la mayoría el tiempo justificando su inacción, su pasividad.
Con tener y pedir buenos deseos no es suficiente, eso lo pueden hacer hasta los niños, para el momento histórico que vivimos es necesario ir más allá.
Nada nuevo sucederá este nuevo año por ser nuevo si no porque el ser humano aboca su vida en otra dirección más profunda y dejando de lado el consumismo manipulador.
Todo esto depende naturalmente de cada uno de nosotros y está en nuestras manos.
Cuando observamos la violencia y el desastre que hay a nuestro alrededor esa violencia también está en nosotros y en cualquier momento de desequilibrio que afecte a nuestro sistema nervioso no tenemos garantías de que no pueda aflorar como le afloró al que se pone a disparar a bocajarro en una calle porque formamos parte de este mundo y vivimos el día a día en él y además estamos educados en unos antivalores ya que » el que más tiene es el que más puede» y eso es un cáncer que está dejando podrida a toda la sociedad mundial.
Estas sombras que vivimos en enorme tristeza y que se tratan de tapar entre alcohol, drogas y distracciones son consecuencia de ver que no damos la cara, de que somos cobardes.
Hay una cangrena social que no podemos evitar, pero como ya digo todo depende de nosotros.
Este es mi «discurso de Fin de Año”.