En la zona noroeste de la provincia de San Juan se encuentra el Distrito Municipal de Hato del Padre, con una población de 5,811, de los cuales 3,183 hombres y 2,628 son mujeres. Esta comunidad fue elevada a la categoría de Distrito Municipal mediante la Ley Número 299-05, del 25 de agosto de 2,005 y quedo conformado por cuatro secciones: La Higuera, El Cajuil, Arroyo Loro y el centro urbano del lugar.
Los límites geográficos de Hato del Padre son: al norte, los Distritos Municipales de La Jagua y Las Maguanas-Hato Nuevo; al sur, el municipio de San Juan de la Maguana; al este, el municipio de Juan de Herrera, y al oeste, el Distrito Municipal de Pedro Corto.
El antiguo Paraje La Higuera fue elevado a la categoría de Sección, y la nueva sección La Higuera quedó configurada por los parajes La Hurca, La Mayita, El Ciruelo, el Ciruelito y Asiento de Luisa. La sección El Cajuil quedó compuesta por los parajes El Cajuil, Los Portugueses y El Conojo. La Sección Arroyo Loro la configuran los parajes Magueyal Norte y el Kilómetro Doce, mientras que el centro urbano de Hato del Padre lo integran los parajes y sectores La Garita, El Prado, Los Callejones, Ciruelo, Los Minas, Tierra Prieta, Monte Grande, Los Calladitos, La Isleta, El Caimito y la Otra Vera.
Hato del Padre lleva ese nombre en honor al Sacerdote Narciso Francisco Barrientos Rodríguez, cura dominicano, nacido en Santo Domingo el 12 de octubre de 1,829 (aunque otros señalan que fue el 25 de Septiembre de 1,830) y murió en Azua, el 16 de diciembre de 1,884. Era hijo del cubano José Barrientos Mostelier y la dominicana María Rodríguez Lugo.
El Padre Barrientos Rodríguez le practicó la extremaunción al prócer Francisco Sánchez del Rosario en la ciudad de San Juan de la Maguana, el 4 de julio de 1861, día del martirologio del mulato procero.
El Padre Barrientos poseía un pequeño hato (hacienda de campo destinada a la cría de toda clase de ganado) en la parte noroeste del municipio de San Juan de la Maguana, y los lugareños al caminar por esa zona, para precisar ubicación, referían el “hato del padre”, aludiendo al sacerdote Narciso Francisco Barrientos Rodríguez.
Documentado está, que el Padre Barrientos vivió en concubinato en San Juan con dos mujeres: su ama de llave, la mulata Pilar Valenzuela, con quien procreó tres hijos y con su lavandera Altagracia Méndez, a que trajo de Azua, y le dio dos hijos. No llevaron ningunos de los hijos del sacerdote su apellido.
Los descendientes del Padre Barrientos constituyen dos de las familias más importantes de San Juan: los Valenzuela y Los Méndez.
El padre Barrientos sirvió también como sacerdote en las parroquias de Las Matas de Farfán, Neiba y en la villa de Las Damas (en lo que es hoy la provincia de Independencia). En todos esos lugares habría también dejado descendencia el alegre y activo sacerdote, cuestión sobre lo cual desarrollo una investigación.
Hato del Padre sobresale en la historia nacional en dos momentos importantes: PRIMERO, en la Higuera, a principio del siglo XVI, se asentó y levantó un hato el encomendero Francisco Valenzuela. En ese lugar, el cacique Enriquillo arma su pequeño ejército con el que se traslada a la Sierra del Bahoruco a desarrollar su aventura revolucionaria, hecho que se conoce en la historiografía como Rebelión del Cacique Enriquillo (1,519-1,533), y SEGUNDO: Hato del Padre fue uno de los frentes de defensa de la dominicanidad (frente norte) en contra de los invasores haitianos, durante la Batalla de Santomé, el 22 de diciembre de 1855.
Reitero, el Distrito Municipal de Hato del Padre debe su nombre al sacerdote Narciso Francisco Barrientos Rodríguez, quien tenía un hato en ese lugar.
El autor es Profesor UASD.