Jesús Antonio Fernández Olmedo
Todo arde en el paisaje de hoy, estamos respirando cada vez más en un fogón sin fin donde nos falta el aire. Nadie o muy pocos son capaces de echar agua fría y caldear unos ánimos que son imposibles de contener.
¿Por qué es imposible? Porque se llevan haciendo durante mucho tiempo las cosas muy mal y esto lógicamente tiene sus consecuencias.
Sólo es el efecto boomerang.
Por otro lado se pensaba que creando una sociedad de entretenimiento y diversión las cosas funcionarían, pero esto de ninguna manera es así.
Las sociedades caminan cada día acercándose más a lo que es hoy Haití , un país sin estado, donde grupos violentos gobiernan entre el caos.
El asadero nos acorrala en esta sociedad calenturienta y sin fondo que no ha buscado dentro de sí un proyecto que la defina , que la haga digna , que la proyecte y la levante hacia el futuro.
Una chimenea social, política totalmente incoherente donde las masas lo único que saben hacer es huir en estampida como cabras locas y a esa fuga de sí mismos la llaman «vacaciones merecidas».
El problema seguirá ahí esperándote a que vuelvas cómo una olla de cocina que se ha quedado puesta en el fuego olvidada.
Y así seguirá ya que estamos metidos en una sauna sudorosa de la cual no hay salida desde afuera ya que todas las puertas están bien cerradas y el calor se hace insoportable.
Hay todavía, claro, mucha gente que se ríe porque la Tahona por ahora no le ha quemado nada de sus prendas pero bueno, tiempo al tiempo, que vamos, de seguir esta dirección que se lleva hacia el crematorio directo.
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