El ser humano no se entiende sin familia, pilar básico y esencial que forma parte de él.
Sin identificación solo podemos ver el fin. La familia es una construcción natural y en muchas ocasiones intencional. De ahí nace el individuo y se construye a si mismo y a otros hacia el mundo elaborando disciplinas y artes como la comunicación, la música, la matemática, la literatura. Por ello la familia y el hombre hacen la historia.
Un ser sin familia cae en la desintegración y en la locura.
Uno puede reconocerse en otros que son su espejo más cercano por aquello de la genética.
Ahí comienza la ciencia de la familia.
Ella inspira, crea, aporta y rejuvenece.
¿Te sientes solo o ves que envejeces? Acércate a tus familiares y darles algo de ti.
Tu presencia, tu olor, tu vida latente.
Hoy nos encontramos en una situación en la que el tejido social y familiar está roto por otros que no somos nosotros.
Porque en realidad a ellos les interesa romper.
No está hecho el vínculo consanguíneo por pertenecer a tal o cual tribu sino que hay que recomponerlo como el cirujano recompone un brazo roto.
Esa es nuestra tarea, el comienzo desde cero.
«El autor social Jesús Antonio Fernández Olmedo promueve el 1 Encuentro Anual Familia Fernández Lozano».