Se entiende que si matas, robas, violas vas a la cárcel, comentes actos violentos o terroristas pero en el caso Assange no hay cargos en ese sentido.
No se publicaron chismes ni intimidades, ni cuchicheos esos que gustan hoy tanto al público impávido sino por la categoría de lo que se publicó: Filtraciones de Rusia, China y Estados Unidos además de Australia, Kenia y Perú. Cientos de miles de cables de embajadas estadounidenses donde se relataban los crímenes que esos países habían cometido.
No es el caso de David contra Goliat pero sí que esas «potencias» se han quedado muy heridas. El golpe que hizo un solo hombre contra ellas fue tan potente que hasta se quedó solo, sin apoyo de nadie realmente.
Una muestra de la capacidad potencial mental que tenemos y también de la valentía humana como de muestra un botón.
¿Que podríamos sino hacer si estuviéramos unidos frente a la tiranía?
Si en vez de publicar pavadas en las redes nos dedicáramos a investigar y a denunciar las atrocidades de este sistema inhumano.
Si, al final todos morimos, y no podríamos cambiar todos esos días de cobardía y de miedo al que nos dirán o que me podría pasar si…nos expusiéramos como Assange. Nuestros últimos momentos sería de triunfo, de unidad, por la coherencia de nuestros actos.