Siempre se ha dicho que el que no vive para servir no sirve para vivir. Así las cosas, la existencia de Amable Aristy Castro era justa y necesaria.
Toda su vida la puso al servicio de sus semejantes. Jamás escatimó esfuerzos para extender su mano solidaria a todas aquellas personas que así se lo requerían.
Amable, tu partida se hará memorable en la medida en que se observan niveles de egoísmo y poco amor por los más débiles.
Desde eluniversaldigital.net, expresamos gran pesar por tan sentido fallecimiento, de una persona querida por los munícipes de su provincia y por una gran cantidad de dominicanos.
Amable, hasta luego