Las pensiones especiales que el presidente Luís Abinader está otorgando a figuras artísticas, políticas y periodistas con razón están siendo cuestionadas por distintos sectores de la población.
No es que aumentarle la pensión a Vickiana, entregarle a La vieja Fefa, a Wilfredo Alemani y Nelly Flore viuda de Ventura y a Rafael Bello Andino, no merezcan ser beneficiados con una pensión digna del Estado, lo malo es que otros dominicanos que han entregado toda su vida a servir al país estén abandonado a su suerte por el Gobierno.
No sé quién fue el responsable de asesorar al presidente Abinader para que se beneficien a esas personalidades, que a decir verdad todas, lo que deben es, recibir condecoraciones por parte del Estado por su productiva carrera artística y periodística, pero hay otras prioridades y personas que necesitan económicamente más del apoyo del Estado.
Ninguno de los beneficiados con las pensiones que está otorgando el presidente Abinader tiene problemas económicos, que amerite que el Gobierno tenga que ir en su auxilio.
Lo fuerte del caso es que, todos los trabajadores que están afiliados a las Administradoras de Fondos de Pensiones AFP, al momento de cumplir solo van a recibir pensiones de miseria, luego que estas han manejado miles de millones de pesos.
El presidente Luís Abinader tiene que mantener la coherencia entre su discurso y sus acciones, en torno a que el dinero del pueblo no será manejado como un botín.
En el país miles de dominicanos, por no tener apellidos y nombre sonoros no son tomados en cuenta para los planes del gobierno y muchos menos reciben una pensión de cinco mil pesos para comprar sus medicamentos.