La renegociación del contrato de Aerodom, aprovechando la distracción de la población con las fiestas navideñas de 2023 para una operación leonina al interés nacional, y la aprobación de la Ley 1-24, sobre la Dirección Nacional de Investigaciones, estrenando el año 2024, constituyen dos hechos que han afectado seriamente la imagen del presente Gobierno y en consecuencia, el proyecto reeleccionista de Luis Abinader.
Ya antes de esos acontecimientos Participación Ciudadana había expresado su rechazo al excesivo uso de dinero del Estado para el pago de publicidad innecesaria, como se trata de inauguraciones de obras en período de campaña electoral, lo que de paso violenta las leyes que norman los certámenes comiciales.
No se ha guardado la menor apariencia para violentar derechos ciudadanos consagrados en la Constitución de la República, como tampoco en el manejo y uso de los fondos públicos.
Todavía la gente sigue esperando respuesta del Poder Ejecutivo y del Ministerio Público al escándalo del INTRANT, que involucra recursos del erario que ascienden a más de mil 300 millones de pesos.
Hugo Beras se pasea por las calles como si nada hubiera pasado. Igualmente han caído en el olvido los casos del PROPEEP, INAPA y la CAASD, que inculpan a Neney Cabrera, Wellington Arnaud y Fellito Suberbí. Naturalmente, hay muchos casos más, pero el grueso de los actos de corrupción se conoce cuando los gobiernos abandonan el poder.
El hecho es que el proyecto reeleccionista arrancó sin dar ninguna satisfacción a la población sobre un conjunto de cuestionamientos administrativos en diferentes órganos públicos e implementando la despótica y abusiva ley del caliesaje, a tal extremo que, según informa un joven experto en asuntos de tecnologías, ningún dominicano está exento de que le intervengan su vida privada y hasta íntima, porque si se desactivan la localización y el micrófono del celular, una serie de aplicaciones dejarían de funcionar. Es una ley aplicada por un gobierno perverso.
Ahora se habla de modificarle algo a la ley, pero es que nunca debió aprobarse, lo que procede es su derogación. Y de todas maneras el daño ya está hecho.
Algunos analistas entienden que en materia de corrupción pública y con la entrada en vigencia de esa ley, ya no hay argumentos para hablar de retroceso, para referirse a los gobiernos pasados.
Ningún dominicano desapasionado puede ocultar los altos niveles de corrupción del peledeísmo, pero los morados nunca llegaron al extremo de hacerse un traje tan a su medida como una funesta ley que nos remonta a la tiranía trujillista. ¿Dónde está el retroceso? Con la Ley 1-24 posiblemente el retroceso es el PRM.
Para el incremento del espionaje que opera en la actualidad se habilitó una oficina en la Plaza Haché de la avenida John F. Kennedy. Ante una posible reelección de Luis Abinader hay quienes adelantan serias violaciones a los derechos humanos.
Hay que admitir que al iniciar el Gobierno, en 2020, el presidente escuchaba y supo recular o echar para atrás algunas de sus acciones, pero uno de los asesores estimó que el dejar sin efecto iniciativas era una muestra de debilidad y a partir de ese momento todo se lleva como “caña para el ingenio”, sin rectificar nada. Se acabó la transparencia hace mucho, los actos de corrupción todos quedan impunes y solo se exhibe exceso y soberbia desde la casa presidencial.
Se informa que el proyecto reeleccionista maneja, a través del Coordinador Nacional de Campaña, José Ignacio Paliza, miles de millones de pesos. Se obtiene dinero del Gobierno, de los contratistas de obras del Estado, casi todos correspondientes administraciones anteriores, y también de personas vinculadas al bajo mundo.
Supe que el amigo Guido Gómez Mazara, quien ahora ha dado un giro a su discurso de 360 grados (ya no hay popis en el Gobierno), está encargado del Cibao y que, al pasar el proceso de mayo, sería designado embajador de España, en sustitución de Juan Bolívar Díaz, quien supuestamente renunció indignado por el derrotero ético que trilla la presente gestión.
Sin embargo, se ha puesto a correr la bola de que el aspirante presidencial, en las primarias del PRM, va como canciller de la República, lo carece de lógica, porque se observaría como un desafío a Estados Unidos la designación en ese ministerio de una persona que carece de visa americana. Un conservador como Luis Abinader no se atreve a tanto.
Mientras el PRM perdió la moral para “meter cuco con el supuesto retroceso,” ante una eventual vuelta de los peledeístas, simultáneamente se desata internamente una guerra de traiciones para los puestos electivos.
Se confirma que Luis Abinader no ofrece ninguna ayuda política ni económica a Carolina Mejía, mientras se le ha visto en dos caravanas con Dio Astacio, candidato a alcalde por Santo Domingo Este, quien a su vez ha recibido una lluvia de millones, conforme a una fuente crediticia. Ahora mismo no se sabe el papel que juega Hipólito Mejía y su visita a Funglode ha generado múltiples lecturas.
No se puede obviar que Hipólito es marrullero y está asociado a Danilo Medina, considerado como el mejor estratega que tiene el escenario político nacional. Es un hombre callado y que teje en la sombra.
Un funcionario amigo asegura que la diferencia entre Luis e Hipólito es grande. Y que la adquisición de Guido, de verbo florido, fue para usarlo como fuerza de choque contra Leonel hacia afuera, pero internamente contra el expresidente Mejía. Hace apenas unos días la primera dama, Raquel Arbaje, escribió en X (antiguo Twitter), que “Guido Gómez Mazara es uno de los principales activos políticos del país”. ¿Y ese halago en este momento a una persona que no se le dio participación durante cuatro años de gobierno? De todos modos, el problema con Guido está resuelto, no así con Ramón Alburquerque, a quien piensan dejarlo nuevamente en el aire y ya el antiguo presidente del Senado está bien informado de su desfavorable situación.
En el PRM hay muchos adocenados al poder, personas que no son capaces de enfrentar a un presidente, pero hay dirigentes, a todos los niveles, que preparan sus maletas para la mudanza y otros se inclinarían por la abstención.
Trasciende que Faride Raful tiene dignidad e inclusive ha rechazado cargos administrativos que Abinader le ha ofertado.
Hay silencio en la familia Raful, la cual ha sido humillada por el presidente, pero en cualquier momento, antes de mayo, asumiría una posición de firmeza que tendría un impacto político letal a la reelección. Se ha dicho que contra Faride el espionaje es fuerte.
Todo indica que Abinader es un hombre rencoroso en extremo, que ni siquiera le tolera a ningún dirigente su derecho a disentir. Nadie pensó que este caballero que aprendió a saludar y tirar besitos al público desde las caravanas se llenaría de soberbia y dejaría manos tendidas (negación de saludos) a tantas personas.
No se trata solo del Alcalde de Los Alcarrizos, de un senador opositor y de Eddy Olivares, la cuenta va por decenas de personas, sobre todo dirigentes del PRM de los municipios, que todavía dicen ser peñagomistas, lo que parece estar vedado en el gobierno del cambio.
Luis Abinader no aterriza y continúa con su borrachera de poder, cada día se abre nuevos frentes. Y uno de los frentes más peligroso que tiene es el narcotráfico.
A ese temible sector se le cogió el dinero en campaña, comprobado, y después a sus miembros se les fue metiendo al medio, una forma de decirle a Estados Unidos que el Gobierno dominicano está colaborando en la lucha contra el narcotráfico. ¿Y acaso Estados Unidos, a través de sus organismos investigativos, no está enterado de la situación política de República Dominicana? Siempre hay personas que presumen en listos.
Las razones por las que Luis Abinader ha ido en picada son múltiples, con la agravante de que las firmas encuestadoras serias para esta fecha no venden datos, porque se exponen al descrédito, al confirmarse resultados diferentes en los cómputos de los dos procesos electorales, uno en los próximos días y el otro en mayo.
La lluvia de encuestas desapareció y las bocinas compradas lucen apagadas, analizando el paso a dar en los próximos días.
Al momento de escribir este artículo Miguel Vargas Maldonado, Leonel Fernández y Danilo Medina tenían un encuentro pautado con la prensa nacional.
Ese simple encuentro tendría un impacto en el electorado, envía el mensaje de que Luis no está solo en la cancha, hay competencia en mayo, dos frentes y una sola vuelta.
Ante la baja sostenida de los porcentajes, hay quienes dan como un hecho la derrota de Luis Abinader, quien nunca entendió las circunstancias en que arribó al poder en el 2020, no fue leal a nadie, se volvió loco y en lo adelante podría tener días difíciles.