La República Dominicana está siendo sacudida por una ola de violencia y criminalidad que mantiene a los dominicanos muy preocupados.
A pesar de los esfuerzos que hace el Gobierno por mantener la seguridad ciudadana, todo parece indicar que, en vez de disminuir esta aumenta.
Los gobiernos que últimamente hemos tenido se han inventado una serie de planes supuestamente para combatir la delincuencia en los barrios, pero ninguno de esos planes ha dado resultados positivos.
Por la experiencia que hay, podemos llegar a la conclusión que esos planes lo único que hacen es que se gaste mucho dinero para su implementación y los resultados nunca son los esperados.
La delincuencia y la corrupción administrativa en el país, parece no tener fin, ya que no se han tomado las medidas necesarias para su combate.
En lo que tienen que ver con la inseguridad ciudadana no se han tomado las medidas que si terminaría con ella, que es la creación de empleos en los barrios vulnerables en todo el país.
Si observamos la inseguridad ciudadana y la delincuencia quienes participan en ella son jóvenes de menos de 25 años de edad, que al no tener oportunidades tienen que incurrir al vicio y por ende para mantenerlo a cometer actos delincuenciales.
Cuando en el país se combata el desempleo y la falta de oportunidades para nuestros jóvenes entonces se estaría librando una verdadera lucha contra este flagelo.
No importa que cambien al director de la Policía y que el Ministerio de Interior y Policía, gaste el presupuesto General del Estado en supuestos programas para la Seguridad Ciudadana.
No se trata de programas infundados, sino que lo que nuestros jóvenes necesitan es que sean incluidos en programas educativos y de empleos, para que no tengan tiempo para delinquir en nuestras calles y avenidas.
Los dominicanos sienten temor de salir a las calles, no importa la hora que sea, en este país nadie está seguro, ni los propios militares y policías.