El pasado viernes quedó evidenciado que la capital de la República Dominicana ha sido abandonada por los distintos gobierno que hemos tenido en materia del mantenimiento del drenaje pluvial.
Ningún gobierno se motiva en invertir dinero en lo que tiene que ver con la solución del drenaje pluvial con la excusa de que el dinero que se invierte el drenaje, es algo que ayuda en una campaña política, porque la inversión que no se ve no da votos.
Pero también tenemos que admitir que el desorden en el drenaje pluvial, que el pasado viernes provocó la inundación que a su vez le arrancó la vida a por lo menos ocho personas, tiene mucho que ver con la falta de conciencia de los ciudadanos.
El drenaje, aunque no es bueno, pero si los ciudadanos no tiraran tantos desperdicios a las calles, cuando lloviera no se acumulara tanta agua en las calles y avenidas de la ciudad Primada de América.
Es necesario que los ciudadanos tomemos conciencia al respecto y descontinuaran la práctica de lanzar desperdicios sólidos en nuestras vías.
Como nos comportamos en las casas, asimismo, nos comportamos cuando salimos a las calles.
Nuestras autoridades municipales, también deben promover algún tipo de legislación que prohíba y castigue a aquellas personas que lanzan desperdicios a las calles, para de esa forma impedir que nuestras calles y avenida cada vez que cae una gota de agua se inunda.
Debemos copiar de otras naciones, en las que hay legislaciones dura contra quien se atreve a lanzar algún tipo de desperdicio a las calles.