La Semana Santa que inició con el domingo de Ramos debe ser una semana para que los dominicanos reflexionemos en torno a diferentes problemáticas.
Esta debe ser una semana en que cada uno de nosotros también echemos una mirada a nuestras vidas y cual es nuestra relación con el divino creador, nuestro señor Jesucristo.
Debemos concentrar nuestros pensamientos y nuestros esfuerzos a que, durante la Semana Mayor, no se convierta en una semana trágica para los dominicanos.
Hay que evitar por todos los medios que la Semana Santa sea una semana de recogimiento, donde nos juntemos en familia a compartir y a reflexionar sobre nosotros mismos.
Que los organismos de socorro el próximo domingo en horas de la tarde no encuentren víctimas fatales que contar, como viene ocurriendo años tras años.