Queda confirmado una vez más que la República Dominicana es un país bendecido por Dios, con el cambio que registró de forma sorpresiva la tormenta tropical Isaías.
Según los pronósticos de las autoridades de socorro, el fenómeno atmosférico impactaría directamente la parte sur del país entrando por la parte este principalmente por San Pedro de Macorís cruzando toda la parte sur.
Sin embargo, como un milagro de Dios, la trayectoria de la tormenta Isaías se desvió y tomó la parte del atlántico, provocando daños en La Altagracia, Samaná y en otras provincias de la costa norte.
Una vez más queda demostrado que Dios tiene a la República Dominicana como uno de sus países favorito para en momentos de dificultades protegerlo.
Si la tormenta tropical no hubiese variado de trayectoria, los daños provocado en el país fueran incalculables, tal y como ocurrió en la vecina isla de Puerto Rico.
A pesar de variar su ruta, la tormenta provocó daños materiales y varias familias tuvieron que ser damnificadas.
Pero los dominicanos tenemos que dar gracias a Dios, por haber variado el rumbo que traía la tormenta tropical Isaías.