Desde hace varios meses, nuestro país está siendo afectado por una enorme sequía, la que pone en peligro la cosecha de arroz y la de otros rubros agrícolas, debido al bajo nivel y al poco caudal de agua de las presas, embalses y de nuestros principales ríos, algunos de ellos ya se encuentran al borde de la desaparición.
Tal es el caso del Yaque del Norte, el Yaque del Sur, Bao, Las Palmas, Yuna, Nizao, Camú, Jimenoa y Baiguate, entre otros. Las causas principales de esta situación son la deforestación y los incendios provocados en las principales cuencas hidrográficas por manos criminales que fomentan el conuquismo y la quema de carbón, a la vista de las autoridades y sin que se aplique un régimen de consecuencia.
En la Cordillera Central nacen las 2/3 partes de nuestros ríos y arroyos; aquí se encuentran las Reservas Científicas de Valle Nuevo o Parque Nacional Bautista Pérez Rancier; los Parques Nacionales José del Carmen Ramírez, J. Armando Bermúdez y José Luis Armenteros, en el que existe la única reserva de Ébano Verde del Mundo.
En los actuales momentos nuestro país está siendo azotado simultáneamente en casi en todo su territorio por más de cincuenta voraces incendios en las principales reservas naturales y parques nacionales, los cuales han arrasados cerca de treinta mil hectáreas de bosques.
Entre las zonas más afectadas se encuentran: Valle Nuevo (Constanza), Los Haitises, Sierra de Bahoruco, San Juan, Azua, Dajabón, Santiago Rodríguez, Jarabacoa y Guaigui, los cuales han ocasionado daños incalculables al país, al equilibrio ecológico y al cambio climático, pues afectan a miles de especies de nuestra flora y fauna, las cuales toman años en recuperarse.