Aunque muchos quieren negar sobre la existencia de una crisis de grandes dimensiones, en el sistema político nacional, los hechos indican lo contrario.
Desde el año 2007 el Partido de la Liberación Dominicana no había vivido una crisis interna tan aguda como la que está viviendo en los actuales momentos.
La lucha interna parecería agudizarse a medida que pasan los días y se agotan los plazos otorgados para la inscripción de las candidaturas, específicamente las precandidaturas presidenciales para participar en las convenciones a celebrarse este año.
Como medio de comunicación, entendemos que es necesario que nuestros líderes políticos piensen más en el bienestar del país y dejar un poco de lado las apetencias personales.
La situación interna que afecta al oficialismo de manera directa, está afectando el buen desenvolvimiento del quehacer de las instituciones públicas.
Vemos con preocupación la radicalización en que están incurriendo por un lado el expresidente Leonel Fernández y sus seguidores y por el otro los promotores de la reelección presidencial de Danilo Medina.
Ambos sectores consideran que si no salen airosos en sus posiciones unos a favor de la reforma constitucional y otro en su oposición, sería mejor que entre el mar.
Nuestros líderes políticos deben tomar más en cuenta que el país, a pesar de los intereses individuales, tiene que seguir prestando atención a la solución de los grandes desafíos que tiene por delante.
Esperamos que en algún momento la República Dominicana supere el hecho, de que cada vez que se avecinan unas elecciones todas las actividades se vean afectadas por el proceso electoral.
Debemos imitar a naciones desarrollada que la celebración de unas elecciones presidenciales, municipales o congresuales es algo normal, por lo que los ciudadanos no sienten ninguna preocupación.